Cuando piensas en esteticistas, es posible que te las imagines en un spa o salón de belleza, pero trabajan en una amplia gama de entornos. Los esteticistas, o terapeutas para el cuidado de la piel, son profesionales con licencia estatal que ofrecen tratamientos que mejoran la salud y la belleza de su piel. La profesión está experimentando un auge gracias al envejecimiento de la población de la generación del baby boom y a la creciente demanda de los consumidores de una piel radiante y de aspecto juvenil. Además de los tratamientos faciales y otros tratamientos comunes, los esteticistas pueden ayudarlo a elegir los productos para el cuidado de la piel adecuados para sus necesidades.

El tratamiento más popular realizado por los esteticistas es el facial, que se puede personalizar para adaptarse a su tipo de piel y preocupaciones específicas. Los tratamientos faciales implican una limpieza profunda, exfoliación e hidratación, así como masajes. La mayoría de los esteticistas utilizan productos que contienen vitaminas, antioxidantes y otros ingredientes naturales que pueden mejorar la textura de la piel.




Si tiene acné leve o puntos negros, un esteticista también puede realizar extracciones para eliminar la acumulación de los poros. También pueden recomendar productos que pueden ayudar a tratar la afección y evitar que regrese. Los esteticistas también pueden realizar un procedimiento llamado microdermoabrasión, en el que se pasan cristales superfinos o una varita con punta de diamante sobre la piel para eliminar suavemente las células muertas de la piel y revelar una piel más fresca y de aspecto más juvenil Coloración de pelo en Vecindario.

Una visita a un esteticista también puede ayudarte a deshacerte del exceso de vello y minimizar la aparición de celulitis, o piel con hoyuelos e hinchazón en los muslos o las nalgas. También pueden aconsejarle sobre la forma correcta de aplicar los productos autobronceadores y sugerirle formas de reducir la apariencia de líneas finas y arrugas.

La mayoría de los esteticistas se especializan en áreas específicas, como la depilación o el cuidado de la piel sensible. Algunos incluso tienen capacitación especializada en áreas como la aplicación de maquillaje y las extensiones de pestañas. Algunos estados también otorgan licencias a maestros esteticistas, que pueden realizar tratamientos avanzados como exfoliaciones químicas.

Muchas personas con acné acuden a un esteticista para recibir tratamientos complementarios, como tratamientos faciales de limpieza profunda y masajes. Estos tratamientos se pueden usar para combatir los efectos secundarios de los medicamentos recetados para el acné, como la sequedad adicional, y para abordar otras preocupaciones, incluida la aparición de poros dilatados o enrojecimiento. Un esteticista también puede recomendar productos para el cuidado de la piel que sean seguros de usar junto con su régimen prescrito.